Hoy es día de alborozo, y ahora explico la razón. Me permitiréis que en lugar de hablar de letras, mencione números. Concretamente, las visitas que este humilde blog ha recibido durante el pasado año, del período del 1 de febrero de 2009 al 1 de febrero de 2010. Casi cuatro mil visitas, y tres mil usuarios únicos, han leído, visto o echado un vistazo a unas seis mil páginas de este blog. De entre todos ellos, mil usuarios eran visitantes recurrentes. (¿Que cómo lo sé? Gracias al Gran Hermano Google Analytics, la herramienta de información de todo administrador de blogs que se precie). Así que no puedo por menos que agradecer la lealtad y fidelidad de mis lectores del blog, y desear que estas líneas os sigan entreteniendo durante, como mínimo, otro año más.
De la lealtad se habla mucho y se sabe poco. Sólo cuando es necesaria como la venda para una herida, se averigua si está o no está. Yo estoy segura de cuándo he sido leal, a personas, sentimientos o libros, y también de cuándo he sido recompensada con actos de lealtad. En esa certeza reside, creo, uno de los mayores tesoros de sabiduría que he descubierto en mi vida, porque aunque vivo de la ficción, no vivo en ella.
PS: Revisando a Shakespeare via Brannagh, con todos sus manierismos, pero ¡qué festín!
Me gustaron tus novelas y hasta que no llegue otra pues así voy leyendote aqui. Un besazo, María.
Muchísimas gracias, Maria. Estoy en ello, estoy en ello… 😉